diciembre 31, 2002

Ayer por fin tuve un poco de paz, y de música deliciosa.... Despues de unas semanas un poco turbias y con mucho movimiento, por fin el día de ayer pude escuchar (y tocar) con tranquilidad la música que a mi me gusta. Y es que con este carnalastro que me tocó solo se escucha a grupos como "sin dios" u ondas asi. Y por el otro lado, Madame Thérnardier (jejje que gacho) solo escucha a Arjona y a Nicho.... :S ¿Para donde me hago? No es que no me guste ese tipo de música, solo que todo debe de ser en dosis precisas y controladas, no todo el día... Como les iba diciendo ayer vinieron dos amigos, el Porky y el Favio, estuvimos sacando unas canciones del musical de Jesucristo super estrella. Yo con el teclas del Ibis (que por cierto ya sirve... ñaca ñaca....) el porky con su super lira y el favio con su voz.
En eso estabamos checando algunas canciones para ver el tipo de musica que pondremos en nuestro proyecto (que se ve muuuy lejano), y Favio saca un cd de un musical francés sobre Picasso. No manches, que chido está, la calidad que tienen tanto la voz, los arreglos y esa combinación medio extraña de sampleos con orquesta me dejaron muy emocionado. Y nos pusimos a reflexionar los tres, creo que ya va siendo hora de encaminar un proyecto, comenzar algo (apreovechando que comenzamos año) y dejarnos de luchas de egos e indecisiones de las cuales fuimos presa el año pasado.
Cambiando de tema, hoy es 31, ya se va el año. Pues se puede decir que este año aprendi mucho (o sea que la cajetié mucho por que de donde se aprende es de los errores). Ha habido muchos cambios sobre todo en diciembre, mira que una nueva familia no es algo de todos los dias.

Los sueños de antaño aún los llevo aquí en mi ser, y esperan el momento justo para comenzar a cristalizarse.
Espero que nos vaya mejor este año, que liberen a Gloria Trevi, que Eva nazca sin deformaciones y que Jorge Pasos vuelva a la presidencia municipal (chiste local)
Ahí nos vemos, a ver como nos va en la jarra de la noche.
Felíz Año.

Ahora les voy a poner un cuento que leí en mi infancia y ha marcado muchomi forma de pensar y mi personalidad, a ver si les gusta...

SENNIN
Un hombre que quería emplearse como sirviente llegó una vez a la ciudad de Osaka. No sé su verdadero nombre, lo conocían por el nombre de sirviente, Gonsuké, pues él era, después de todo, un sirviente para cualquier trabajo.

Este hombre –que nosotros llamaremos Gonsuké- Fue a una agencia de COLOCACIONES PARA CUALQUIER TIPO DE TRABAJO, y dijo al empleado que estaba fumando su larga pipa de bambú:
-Por favor, señor Empleado, yo desearía ser un sennin1 ¿Tendría usted la gentileza de buscar una familia que me enseñara el secreto de serlo, mientras trabajo de sirviente?
El Empleado, atónito, quedó sin habla durante un rato, por el ambicioso pedido de su cliente.
-¿No me oyó usted señor empleado? – dijo Gosnuké-. Yo deseo ser un Sennin. [Nota del traductor: Según la tradición China, El Sennin es un ermitaño sagrado que vive en el corazón de la montaña. Y que tiene poderes mágicos, como el de volar cuando desee o tener una extrema longevidad] ¿Quisiera usted buscar una familia que me tome de sirviente y me revele el secreto?
-Lamentamos desilusionarlo- musitó el empleado, volviendo a fumar su olvidada pipa-, pero ni una sola vez en nuestra larga carrera comercial hemos tenido que buscar un empleo para aspirantes al grado de sennin. Si usted fuera a otra agencia quizá...
Gonsuké se le acercó mas, rozándolo con sus presuntuosas rodillas, de pantalón azul, y empezó a argüir de esta manera:
-Ya, ya señor, eso no es muy correcto. ¿Acaso no dice el cartel COLOCACIONES PARA CUALQUIER TRABAJO? Puesto que promete cualquier trabajo, usted debe conseguir cualquier trabajo que le pidamos. Usted esta mintiendo intencionalmente, si no lo cumple.
Frente a su argumento tan razonable, el empleado no censuró el explosivo enojo:
-Puedo asegurarle, señor forastero, que no hay ningún engaño. Todo es correcto –Se apresuró a alegar el empleado-; pero si usted insiste en su extraño pedido, le rogaré que se dé otra vuelta por aquí mañana. Trataremos de conseguir lo que nos pide.

Para desentenderse, el empleado hizo es, y logró, momentáneamente por lo menos, que Gosnuké se fuera. No es necesario decir, sin embargo, que no tenía la posibilidad de conseguir una casa donde pudieran enseñar a un sirviente los secretos para ser un Sennin. De modo que al deshacerse del visitante, el empleado acudió a la casa de un médico vecino.
Le contó la historia del extraño cliente y le preguntó ansiosamente:
-Doctor, ¿qué familia cree usted que podría hacer de este muchacho un sennin, con rapidez?
Aparentemente, la pregunta desconcertó al Doctor. Quedó pensando un rato, con los brazos pegados sobre el pecho, contemplando vagamente un gran pino del jardín. Fue la mujer del doctor, una mujer muy astuta, conocida como la Vieja Zorra, quien contestó por él al oír la historia del empleado.
-Nada más simple Envíelo aquí, en un par de años lo haremos sennin.
-¿Lo haría usted realmente, señora? ¡Sería maravilloso! No se como agradecerle su amable oferta. Pero le confieso que me di cuenta desde el comienzo que algo relaciona a un doctor con un sennin.

El empleado, que felizmente ignoraba los designios de la mujer, agradeció una y otra vez, y se alejó con gran júbilo.
Nuestro doctor lo siguió con la vista; parecía muy contrariado; luego, volviéndose hacia la mujer, le regaño malhumorado:
-Tonta, ¿Te has dado cuenta de la tontería que has hecho y dicho?¿Qué harías si el tipo comenzara a quejarse un día de que no le hemos enseñado ni una pizca de tu bendita promesa después de tantos años?

La mujer, lejos de pedirle perdón, se volteó hacia él y graznó:
-Estúpido. Mejor no te metas. Un atolondrado tan estúpidamente tonto como tú, apenas podría arañar lo suficiente de te comeré o me comerás, para mantener alma y cuerpo unidos.
Esta frase hizo callar a su marido.

A la mañana siguiente, como había acordado, el empleado llevó a su rústico cliente a la casa del doctor. Como había sido criado en el campo, Gonsuké se presentó aquél día ceremoniosamente vestido con haori y hakama, quizá en honor a tan importante ocasión.. Gonsuké aparentemente no se diferenciaba en manera alguna del campesino corriente: fue una pequeña sorpresa del doctor, que esperaba ver algo inusitado en la apariencia del aspirante a sennin. El doctor lo miró con curiosidad, como a un animal exótico traído de la lejana India, y luego dijo:
-Me dijeron que usted desea ser un sennin, y yo tengo mucha curiosidad por saber quién le ha metido esa idea en la cabeza.
-Bien, señor, no es mucho lo que puedo decirle- replicó Gonsuké-. Realmente fue muy simple: cuando vine por primera vez a esta ciudad y miré el gran castillo, pensé de esta manera: que hasta nuestro gran gobernante Taiko, que vive allá, debe morir algún día; que usted puede vivir suntuosamente, pero aún así volverá al polvo como el resto de nosotros. En resumidas cuentas, que toda nuestra vida es un sueño pasajero... justamente lo que sentía en ese instante.
-Entonces – Prontamente la Vieja Zorra se introdujo en la conversación-, ¿haría usted cualquier cosa con tal de ser un sennin?
-Si, señora, con tal de serlo.
-Muy bien. Entonces usted vivirá aquí y trabajará para nosotros durante veinte años a partir de hoy y, al terminar del plazo, será el feliz poseedor del secreto.
-¿Es verdad, señora? Le quedaré muy agradecido.
-Pero –añadió ella-, durante veinte años usted no recibirá de nosotros ni un centavo de sueldo ¿De acuerdo?
-Sí, señora. Gracias, señora. Estoy de acuerdo en todo.

De esta manera comenzaron a transcurrir los veinte años, que pasó Gonsuké al servicio del doctor. Gonsuké acarreaba agua del pozo, cortaba leña, preparaba comidas y hacía todo el fregado y barrido. Pero esto no era todo; tenía que seguir al doctor en sus visitas, cargando en sus espaldas un gran botiquín. Ni siquiera por todo este trabajo Gonsuké pidió un solo centavo. En verdad, en todo Japón, no se hubiera encontrado mejor sirviente por mejor sueldo.

Pasaron por fin los veinte años y Gonsuké, vestido otra vez ceremoniosamente con su almidonado Haori como la primera vez que lo vieron, se presentó ante los dueños de la casa.
Les expresó su agradecimiento por todas las bondades recibidas los pasados veinte años.
-Y ahora, señor- prosiguió Gonsuké-, ¿quisieran ustedes enseñarme hoy, como lo prometieron hace veinte años, cómo se llega a ser sennin y alcanzar la juventud eterna e inmortalidad?
-Y ahora ¿qué hacemos?- suspiró el doctor al oír la petición. Después de haberlo hecho trabajar durante veinte largos años por nada, ¿Cómo podría en nombre de la humanidad decir ahora a su sirviente que nada sabía respecto al secreto de los sennin? El doctor desentendió diciendo que no era él sino su mujer quien sabía los secretos.
-Usted tiene que pedirle a ella que se lo diga- concluyó el doctor y se alejó torpemente.
La mujer, sin embargo, suave e imperturbable, dijo:
-Muy bien, entonces se lo enseñaré yo; pero tenga en cuenta que usted debe hacer lo que yo le diga, por difícil que le parezca. . De otra manera, nunca podría ser un sennin; y además, tendría que trabajar para nosotros otros veinte años, sin paga, de lo contrario, créame, el Dios Todopoderoso lo destruirá en el acto.
-Muy bien, señora, haré cualquier cosa por difícil que sea- contestó Gonsuké. Estaba muy contento y esperaba que ella hablara.

-Bueno- dijo ella-, entonces trepe a ese pino del jardín.
Desconociendo por completo los secretos, sus intenciones habían sido simplemente imponerle cualquier tarea imposible de cumplir para asegurarse sus servicios gratis por otros veinte años. Sin embargo, al oír la orden, Gonsuké empezó a trepar el árbol, sin vacilación.
-Más alto- le gritaba ella-, más alto, hasta la cima.
De pié en el borde de la baranda, ella erguía el cuello para ver mejor a su sirviente sobre el árbol; vio su haori flotando en lo alto, entre las ramas más altas de ese pino tan alto.
-Ahora suela la mano derecha
Gonsuké se aferró al pino lo más que pudo con la mano izquierda y cautelosamente dejó libre la derecha.
-Suelte también la izquierda
-Ven, ven, mi buena mujer- dijo al fin su marido, atisbando las altura-. Tú sabes que si el campesino suela la rama, caerá al suelo. Allá abajo hay una gran piedra y, tan seguro como yo soy doctor, será hombre muerto.
-En estos momentos no quiero ninguno de tus preciosos consejos. Déjame tranquila. ¡He! ¡hombre! Suelte la mano izquierda. ¿Me oye?

En cuanto ella habló, Gonsuké levantó la vacilante mano izquierda. Con las dos manos fuera de la rama ¿Cómo podría mantenerse sobre el árbol? Después, cuando el doctor y su mujer retomaron el aliento, Gonsuké y su haori se divisaron desprendidos de la rama, y luego... y luego... Pero ¿qué es eso? ¡Gonsuké se detuvo! En medio del aire, en vez de caer como un ladrillo, y allá arriba quedó, en plena luz del medio día, suspendido como una marioneta.
-Les estoy agradecido a los dos, desde los mas profundo de mi corazón. Ustedes me han hecho un Sennin- dijo Gosnuké desde lo alto.
Se le vio hacerles una respetuosa reverencia y luego comenzó a subir cada vez más alto, dando suaves pasos en el cielo azul, asta transformarse en un puntito y desaparecer entre las nubes.
Ryunosuke Agutagawa

Como ven en ocasiones hay gente muy astuta que creen dominar a los que anhelan y tienen mayores esperanzas, pero no saben que estas personas siempre serán libres...

diciembre 28, 2002

Se que el tiempo es el mago que todo lo resuelve
Que su misteriosa medicina nos une o nos separa en definitiva
Que es el mas sabio para resolver los problemas del corazon y de la mente.
Recordemos que es dura su mano, es firme cual roca.
Para los corazones blandos esto es letal
Pero en estos tiempos tan flexibles y comodos
es mas facil tener un corazon de piedra
Es por eso que la gente se aburre tan facilmente
Por que ya no siente
yo prefiero sentir...

diciembre 26, 2002

Es invierno, no tengo duda. La temperatura ha estado muy baja todo el dia y ahora en la noche comienza a descender. mis dedos estan tiezos del frio por eso no he podido escribir mucho. ¿Tocar? lo dudo, esta noche no, mis manos podrían quebrarse como cristales si toco una pieza forte. No ha salido el sol desde ayer, al menos no para mi, no he salido de mi casa y parece que a las nubes les gustó el aspecto de mi techo bombardeado por las gracias del perro de mi vecino. Ya me fumé tres libros, estoy disfrutando de estas vacaciones con un descanso rico, calmado y de reflexión.
Por hoy les dejo unas palabras de un ruquito muy simpatico y bueno pa' las letras, Don Jaime Sabines:

"La poesía es el descubrimiento, el resplandor de la vida, el contacto instantáneo y permanente con la verdad del hombre. La
poesía es una droga que se tomó una vez, un cocimiento de brujas, un veneno vital que le puso otros ojos al hombre y otras
manos, y le quitó la piel para que sintiera el peso de una pluma. Quiero decir con esto que el poeta es el condenado a vivir. No
hay distracción posible, no hay diversión, no hay posibilidad de salirse del mundo. Todo esto debe ser escrito, todo debe
hacerse constar. El poeta es el escribano a sueldo de la vida..."

diciembre 25, 2002

Navidad, familia, arbol, regalos, comida, calor, sentimientos (parece una prueba de freud no creen?)
Ayer fue noche buena, mucha energía en el ambiente, ya sea para bien o para mal. Falta una semana para que termine el año, con toda la experiencia que trajo el útimo.
El día es hermoso, esta nublado, pero no un nublado gris, trsite. Sino un nublado rico, con ese frío característico que te mantiene en tu casa tomando una taza de café o bien algún chocolate. Casi todo el mundo esta en familia, y los que no, encuentran a su familia de algún modo, en cartas, en llamadas en recuerdos, en sonrisas, en fotos. Jamás estamos solos, aunque querramos creerlo.
El mundo cambia señores, el tiempo es sabio y nos guía, soló el puede ayudarnos, a resolver un problema, a tener calma, a darle medicina al corazon, a apaciguar nuestro tormentoso caracter. El tiempo y nadie mas que él sabe cuando cambia el viento su dirección, cuando la estación yace y cuando las hojas deben caer. Es hora que dejemos al tiempo ser libre y no lo tomemos como preso.
Es hora de esperar, que la brisa del mar siempre esta acompañada de nubes nuevas...
P.D Felices fiestas

diciembre 24, 2002

23 de diciembre, y yo acomodando las letras de una canción vieja para formar tu nombre
te extraño, extraño a la vida que cambia, a los días que no les gustan volver,
a la sonrisa que no vuelve a abrirse, a los tiempos que se marchan, a las flores que se agachan.
Extraño la antigua amargura, y a la miel futura, extraño tu mano en mi espalda, y la mía en las cartas.
Extraño al año que no acaba, y a la falta de redundancia....

....Debe haber un lugar en el mundo, un lugar en lo oscuro, que tenga cabida para un viajero, y para su brillo oscuro
necesito tomar tus brazos de ola de mar y sentir que vago, pero hoy no, esta noche no...
(El mismo tonto de la colina...)

diciembre 22, 2002

En los domingos no pasa nada
Los domingos tienen características extrañas, no son divertidos como los sábados ni son de flojera como los Lunes. Mas bien son días de transición. La mayoría de ellos son muy largos, parece que tienen como 30 horas (estos si) pero no suceden muchas cosas en ellos. No es que no me gusten, simplemente creo que Dios cuando hizo la semana, su Pc marcó un error en el programa y se vió obligado crear el domingo para no perder el respaldo de su base de datos. Por eso es que casi no ocurren cosas los domingos, simplemente no estaban programadas.
Mas bien se debe a que nuestra vida depende de la TV (lo cual pienso que es completamente involutivo), y como es el día en el que descansan la mayoría de los trabajadores de estas empresas, los programas suelen tener baja calidad (tenemos que chutarnos La academia y Operación Triunfo)
Los domingos son soleados, sobre todo las mañanas. Tal vez por eso los domingos me recuerdan los ranchos, el calor, el polvo oliendo a una mezcla extraña entre dulce, sal y orines de animales, las sandalias terregosas, la gente amable sentada afuera de las casas (y no tan amable también), mecedoras, niños cortando guamúchiles y "naranjitas" agrias. Todas esas cosas que hacen tener a los ranchos esa característica misteriosa, como una fotografía vieja. Sin duda los ranchos son recuerdos.
Y hablando de ello, recuerdo una vez cuando yo era pequeño, fuimos a un rancho, fue donde conocí a los sapos, por casualidad era domingo. Aquí suele llover mucho en los veranos, muchas calles se llenan de agua hasta casi entrar a las casas. en los ranchos no era la excepción. La temporada de lluvias estaba por pasar, hacía mas de una semana que no llovía, sin embargo los ranchos no suelen tener muy buen drenaje. Yo salí de la casa por que iba a la tienda (que no quedaba muy cerca de la casa de mi tío, ¿O era tía?... no se) quería compar una de esas paletas de "manita". Yo era un niño citadino y me entretenía viendo para todos lados. A lo lejos oí un ruido, como un rugido, conforme avanzaba me di cuenta de que era un tractor, estaban moviendo la tierra para arreglar la tubería del desague ( o al menos a esa conclusión llegué). Y me le quedé viendo a las máquinas, así atónito. Imaginaba que los tractores eran dinosaurios, sin duda yo había regresado en el tiempo pues todo era salvaje, sin civilización. Entonces estos dinosaurios estaban peleando por quien iba a deborarme. ¡Estaba en peligro! Pero como buen valiente domador de bestias que era, estaba sereno. Parado derecho con los brazos cruzados y con sembalnte airado, esperaría al ganador de la batalla para poder luchar con él. Por supuesto que no iba a pelear con un debilucho, no señor, después de todo yo era muy valiente y bravo, merecía los mas fieros retadores. De pronto, por reflejos o no se, volteé hacia abajo y voy viendo ¡tan espantoso y horripilante reptil!. ¡Un sapo gigantesco del tamaño de un perro y con un montón arrugas verdes! Todavía tenía el descaro y la repugnancia de inflar su garganta y croar con todas sus fuerzas ¿Croar? mas bien parecía el mugido de una vaca, o el erupto de una noche de borrachera de mi tío, ¡pero eso no era croar!. Para colmo, la bola de verrugas brincó y se me hechó encima. YYAKk, estaba babosa, y , y era blanda pero un blando desagradable. Ahi estaba esa gigantesca cosa me tiró al piso enlodado y estaba sobre mi pecho, y una vez mas infló su asquerosa garganta. WWAAAA salí corriendo los mas rápido que pude, sentía que godzilla me perseguía, sin duda era un mounstor mitológico, no tardaría en escupir bolas de fuego o algo.¡Uff! por fin llegué a la casa y no pude hacer otra cosa que tirarme y a dormir.
Después de esa ocasión y durante toda mi infancia, no me gustaron los ranchos, ni los domingos...

diciembre 21, 2002

Ahi ta la tercera parte, ta weno verda???
EL NIÑO QUE VIVIA EN LAS ESTRELLAS

TRES
Era la primera vez que le pedía a Nandra que se quedara conmigo. La necesitaba. Evidentemente podía yo solo con él, pero era mejor dejarle el trabajo “sucio” a ella.. si es que lo iba a haber, para que a mi me viera como a un amigo o aliado o lo que fuera. De esta manera únicamente yo hablaría y trataría de atravesar aquélla muralla que le aislaba del mundo exterior. El caramelo fue el primer paso. El segundo fue sentarle en la butaca, nada de divanes, y hablarle despacio y con ternura, pues en seguida me di cuenta de que estaba muy necesitado de cariño. Cogí un segundo caramelo de mi mesa y se lo mostré.
El niño abrió la boca, no hizo nada por cogerlo.
Solo abrió la boca
-¿Puedes entenderme?
Siguió con la boca abierta
-¿Cómo te llamas?
Permaneció igual.
Yo soy David y ella es Nandra. No queremos hacerte daño.
Nada. No tuve mas remedio que darle el segundo caramelo. Repetí la operación, se lo puse en la boca y lo masticó con avidez, más por hambre que por tratarse de una golosina. Mientras lo hacía, volvió a mirar mi despacho, unas veces con el ceño fruncido, otras como buscando la forma de escapar, por que, inevitablemente, sus ojos acababan en la puerta.
-¿Sabes algo de ti mismo?
Me miró fijamente
-¿Y tus padres? ¿Dónde viven?
Era como hablarle a una piedra, asi que Nandra se sentó a su lado y le cogió una mano. El niño se estremeció y hundió en mi enfermera sus ojos extraños. Unos ojos que daban la sensación de ver sin ver, y de percibir sin diferenciar. Primero se fijó en su rostro, luego en su pecho. Lo que hizo después fue tan extraño como todo su comportamiento previo: Con su mano libre le tocó los labios, luego el pecho... Nandra no se movió, le dejó hacer. La impresión era tan fuerte como evidente. Parecía ser la primera mujer que veía en su vida o, al menos...
La mano del niño se hundió en el pecho de Nandra.
Debió gustarle esa sensación blanda. Repitió su acción. Después, la miró. Nandra le habló por primera vez como lo hubiera hecho yo mismo.
-Somos amigos, no queremos hacerte daño ¿sabes hablar?
El niño asintió con la cabeza.
-Yo me llamo Nandra, ya lo has oído. Nos gustaría saber como te llamas tú.
-Tú – Asintió de nuevo el pequeño.
Era lo primero que decía ,es decir, lo primero respondiendo a una pregunta directa, por que el “más” de antes había sido otra cosa, un impulso: así que nos causó una buena impresión. En nuestro trabajo un pequeño paso, a veces, resulta un salto de gigantes. Mi enfermera suspiró y sonrió satisfecha. Cuando acariciando la mano de nuestro paciente y, luego, hizo lo mismo con la cabeza. El niño la olió al sentirla tan cerca. Nandra siempre olía muy bien.
-¡Bien! Sabes hablar – dijo ella- Dinos algo lo que quieras
-Posición dos, cuadrante seis. Segunda vida. Busco camino a casa
Fue toda una frase, pero lo que es nosotros, nos quedamos igual que antes. Nandra y yo intercambiamos una mirada rápida. El éxito de haber conseguido que el niño hablara se empañaba de momento por el incomprensible significado de sus palabras/
-¿Cómo te llamas? – Insistí yo
-Tú – repitió el niño tras mirarme largamente por espacio de unos segundos.
La primera vez habíamos creído que repetía la última palabra pronunciada por Nandra. Ahora nos dábamos cuenta de que no era así.
-Tú, ven, come, quiero, mierda, Juan, calla, calla, a dormir, cochino...
Me dejé caer hacia atrás. Era demasiado para mí, por que no tenía nada que ver con cuanto había visto en mis años ejerciendo mi profesión. Las respuestas del niño eran inconexas, pero estaba claro de que ahora él estaba tratando de comunicarse con nostros y si no lo entendíamos tal vez fuese nuestro paciente el que pensase que nosotros estábamos locos. Como cuando alguien te habla en una lengua que no entiendes se sorprende de que no le entiendas. Asi que te lo repite igual pero mas despacio. Y entonces aún se sorprende mas de que sigas sin entenderle.
-¿Qué es “Posición dos ,cuadrante siete, segunda vida, busco camino de regreso”? – Preguntó Nandra
-Clave – dijo el niño - variación galáctica ¿Esto es una interface?
-¿Interfase?
-Punto de inflexión. ¿Enemigos?
Nosotros somos amigos – Traté de aclararle yo
Entonces me él miró fijamente, y en sus ojos creí intuir algo mas de los que hasta ese momento habíamos visto en ellos. Fue algo semejante a una súplica lo que pude interpretar.
-Quiero volver – Pidió el niño.
-¿A dónde? – Quise saber yo
-Casa
-¿Cuál es tu casa, dónde vives?
Pensábamos que esto podría ser el inicio de su camino, pero todo se vino abajo con su gesto, con su inesperada reacción: el niño levantó su mano derecha y, con el dedo índice muy rígido, señaló el techo de mi despacho, luego la puerta y la ventana y, de nuevo el techo.
-¿Vives en un lugar alto? – Intenté averiguar
Permaneció inmóvil, apuntando hacia arriba.
-¿Una montaña quiza?
Su dedo índice parecía subir más y más
-¿El ... cielo? – Vaciló Nandra
Y llegó la respuesta final
-Andromeda.

Mi cuarto a las 6 de la mañana
Acabo de descubrir que no me gusta que mi cuarto esté tan limpio, me de frío asi, todo en su lugar, ordenado, como todos quisieran ver un cuarto. Pero no tiene personalidad, le hace falta desarreglos. Creo que no hay nada mejor que ver la cobija destendida en la cama, hasta se te antoja dormir. Ver libros regados en la silla, un balón por ahi, partituras volando con el viento matutino, un perro de peluche con lentes de tercera dimensión, ropa sucia de tres días, zapatos que salieron volando lo más lejos posible después de una noche de caminata bajo el cuarto menguante de la luna. La capa de polvo fino que tiene el escritorio desde hace meses, esperando, como esperan las arenas del desierto a ser movidas por las oleadas de aire. Eso para mí es un cuarto, con toda la esencia de uno, con un caracter, habla por sí mismo. Hasta se vuelve cálido, acogedor. ¿A poco no?

diciembre 20, 2002

Ya es tarde, me duele la espalda y las manos, la musica cuesta. Está haciendo frío. Mi cuarto es un caos, o al menos asi lo veo yo, nunca había visto tantos objetos en él, que extraño se siente cuando te das cuenta que el vacío es un lugar normal. El sueño poco a poco se apodera de mí mediante su suave y dulce esencia, esa misma esencia la he sentido antes, huele como a mujer, como a deseo....

Bueno aquí les dejo el capítulo dos de este cuento que se empieza a poner interesante, síganle la huella....

EL NIÑO QUE VIVIA EN LAS ESTRELLAS
Jordi Sierra i Fabra
PRIMERA PARTE: El niño Perdido


DOS
Tenía unos siete años de edad, aunque reconozco que me equivoqué por que en aquéllos días yo esperaba a primer hijo y no era lo que se dice experto en criaturas. Pensé que tendría siete años por que era muy pequeño, menudo, extremadamente delgado, casi como los niños que podemos ver en cualquier programa informativo de televisión cuando se habla de campos de refugiados o de los horrores de cualquier guerra. Vestía unos pantalones cortos, una camiseta que en otro tiempo debió ser de colores y unos zapatos sin calcetines. Iba sucio, muy sucio, llevaba el cabello largo, muy largo, y su piel era blanca, muy blanca. Tan blanca que...
Llevaba gafas oscuras, unas enormes gafas oscuras.
-Quitale las gafas- le pedí a Nandra
Mi enfermera, en lugar de hacer lo que yo le pedía, caminó hacia la ventana, bajó la persiana exterior y cerró las cortinas, dejando la estancia en una semipenumbra tan notable que estuve a punto de encender la luz de mi mesa. Ella misma lo impidió.
-Esta mañana- me dijo –Casi se ha vuelto loco con la luz del sol. Parecía afectarle mucho.
-¿Lo han llevado al oftalmólogo?
-No
Miré al niño, comenzaba a moverse como si en la oscuridad pudiera ver mejor en donde se encontraba. Su cuerpo no se movía pero su cabeza si.
Pese a ello lo mas sorprendente sucedió cuando Nandra le quitó las gafas. Entonces....
El niño parpadeó un par de veces como si todavía el exceso de iluminación le afectara mucho. Pero su siguiente acción fue mas reveladora. Y como reveladora quiero decir que me dejó asombrado. En cuanto pudo encontrar sus ojos en mí, se hecho a un lado y se protegió detrás de la butaca. No se escondió, al contrario, sacó la mano y fingió dispararme con algo, como si jugara, como si sostuviera una pistola. Al ver que no sucedía nada miró su mano, y luego asombrado, empezó a observar el lugar en el que se encontraba. Tocó la mesita contigua a la butaca, igual que si estudiara su textura. Tocó el suelo. Tocó la pared. Nandra no se movía. Yo tampoco. Jamás había visto nada igual.
Cuando me levanté el niño hizo algo mas: dio la sensación de medir atentamente la habitación y, finalmente, se precipitó en dirección a la puerta por la que había entrado. Nandra le impidió salir y tuvo que hacerlo con fuerza, aunque no con violencia, por que el niño al verse atrapado, se debatió entre sus manos.
De sus labios no salió un solo sonido.
-¿Comprendes ahora? – Me preguntó mi enfermera llevándolo hasta mi.
Comprender, comprendía, pero no mucho mas de lo evidente. Aquél niño estaba solo, desorientado, desnutrido, con serios desajustes mentales y físicos. Y no podía ser debido a un shock único y reciente. Su piel blanca, su delgadez, todo hacía suponer que venía de muy lejos.
Posiblemente de unos años atrás.
Lo miré y me miró. Lo que yo vi fue una caria redonda de labios delgados, nariz afilada de ojos firmes.
Y lo que é vio a través de esa firmeza me hizo darme cuenta de que no tenía miedo, sino respeto, precaución. El miedo es una de las manifestaciones mas evidentes en la mirada de cualquier enfermo mental.
Miedo a lo desconocido por sentirse inferior, esclavo de su debilidad. Aquél niño me desafiaba, pero no vi odio ni rechazo. Me estudiaba a mí tanto como yo le estudiaba a él.
Abrí un cajón de mi mesa. Lo observó. Se puso tenso y su mano derecha volvió a aferrarse a una pistola imaginaria. Cuando saqué un caramelo del cajón y se lo di, no lo cogió. Lo miró frunciendo el ceño. Se me antojó que era la primera vez en su vida que veía un caramelo.
Fue una rara sensación por mi parte. Así que yo mismo lo desenvolví y se lo puse en los labios, lo lamió y acabó abriendo la boca. Se lo introduje dentro.
Entonces pronunció su primera palabra.
-Mas
Nandra y yo nos miramos.
Los dos comprendimos que pasara lo que pasara en el cerebro de aquél infeliz, nuestra tarea iba a ser ardua si queríamos obtener una respuesta sobre lo que le había sucedido. Tan ardua como, a lo peor, prolonagada.

diciembre 18, 2002

¿Nunca han pensado que el día debería de ser de 36 horas? Es que en este mundo hay tantas cosas que hacer que uno se vuelve loco. ¿O el loco seré yo? A veces tengo tantas malditas ideas metidas en la cabeza que ya ni sé que hacer con ellas, a mí me da miedo el pensar que llegará un día en el que no haya cupo para las nuevas ideas que vengan de vacaciones a mi mente. ¿Te imaginas? cientos de ideas con maletitas, bermuda y lentes oscuros buscando a alguna mente atarantada para alojarse. A mí me daría mucho coraje perder a tan singulares e inigualables clientes. Sobre todo si nos los roban. A uno le pueden robar una tele, un auto, cosas así, y siempre hay forma de sustituirlo. Pero ¿y una idea? ¿Esa como la reemplazas?.

En estos tiempos donde la inseguridad esta al máximo nivel debemos de tomar las debidas precauciones y guardar nuestras ideas en una caja fuerte, sí una caja fuerte con alarma, huella digital e identificador de retina, y esconderlos en el rincón más inhóspito de nuestras casas para que ni el mas astuto de los ladrones pueda plagiarlas. Hay que tenerlas bien cuidadas, uno nunca sabe cuando las va a necesitar...

Aunque pensándola bien, eso de guardar tan celosamente las ideas es pura vanidad, es para presumirlas delante de los amigos en las borracheras "mira nomás que chulada, así como la ves hip!, esta es mi idea, ¿ta rebonita erda? si yo la crié, desde que estaba asi, chiquininita!”

¡Nombre! , no quiero ser así, mejor las comparto, al cabo cada idea tiene el sello particular de su creador, un código incopiable e irrepetible. Este código no se trata de un número ni tampoco una serie de letras o cosas por el estilo no, se trata ni más ni menos de una conexión que va mas allá, los ojos de estas ideas están hechos con una sustancia milenaria, una extraña mezcla entre deseo y pedacitos crispados de estrellas caídas desde no sé dónde ni con qué finalidad, siendo así, es imposible confundirlas de dueño, así, tu y ella saben que se pertenecen mutuamente.

Despues de todo la escuela no es tan mala.... Hace meses una maestra nos dió unas copias de un cuento que tal vez a muchos les pasó de noche. Pero a mí me gusto, se los pondré por partes poco a poco.



EL NIÑO QUE VIVIA EN LAS ESTRELLAS
Jordi Sierra i Fabra
PRIMERA PARTE: El niño Perdido

UNO
Ni mi nombre ni quien soy ni lo que hago ni donde vivo son importantes para esta historia. Pude haber sido yo u otro médico, y pudo haber sucedido aquí u en otra parte. En ocasiones, los detalles son tan insignificantes que no hacen sino confundir lo mas esencial, el tono, la forma y el fondo de lo que se está intentando contar.

Sin embargo me imagino que es necesario que diga, al menos, como me llamo y a qué me dedico. De esta manera todo será mas comprensible. Y al llegar al final... que cada cual examine su propia conciencia. Los casos médicos suelen ocupar poco espacio en los medio de comunicación, salvo que sean extremadamente sensacionalistas. Son meras noticias, a veces las secciones de sucesos. Nada mas.

Este se inicio como un caso médico.
Me llamo David Rojas y soy Psiquiatra. Trabajo en un hospital como ese que tienes cerca de tu casa o ese otro que has visto de cerca o por haber ido alguna que otra vez a ver a alguien o para que te curaran una herida. Es todo lo que necesitas saber, salvo, quizá, que me gusta lo que hago, me gusta profundizar en aquello que menos conocen: su mente. Si a alguien le duele el estómago es que algo de ahí dentro no esta bien, y si a alguien le duele un pie, exactamente lo mismo. Pero hay muchas personas que tienen males en la cabeza que nos les duelen y que no se pueden quitar con aspirinas. Hay males tan interiores, tan especiales que en ocasiones ese mismo ser humano es ajeno a su enfermedad. La sociedad les llama entonces, locos. Y ya se sabe que los locos han de ser encerrados en esas cárceles situadas en el mas allá de la razón que son los manicomios, aunque nosotros los llamemos sanatorios mentales.

Aquél día de primavera yo estaba en mi despacho del hospital, poco antes de que mi ronda de visitas y de las sesiones de terapia individual que mantenía con determinados enfermos. Los médicos que operan a alguien del estómago saben donde buscar cuando abren el cuerpo de un paciente. Los psiquiatras no podemos abrir la cabeza del enfermo, y aunque pudiéramos, eso no serviría para nada, por que el mal no está a la vista. Así que nuestras operaciones consisten en largas charlas, preguntas, respuestas, tiempo. Y no siempre logramos curar. A veces, eso es lo mas triste. Digo a veces por que para los antiguos, las viejas civilizaciones y, todavía, alguna que otra en la actualidad, los locos son tratados como seres privilegiados, personas iluminadas, personas con un don maravilloso. Así se les respeta y se les venera.

Nuestra sociedad, por suerte o por desgracia, ¿Cómo saberlo?, es distinta.
La puerta de mis despacho se abrió como a eso de las doce y cuarto y por ella apareció mi enfermera, Nandra –En realidad se llamaba Alejandra, pero desde niña le decían asi-. Se acercó a mi mesa y esperó a que yo levantara la cabeza y le preguntara que quería. Nada mas verle los ojos me di cuenta que su expresión no era la habitual, la que yo solía conocer y a la que yo estaba acostumbrado. Nandra era una chica hermosa, iba a casarse en unos meses, y si la tenía conmigo era tanto por eficiencia como por ánimo, siempre dispuesto, o mejor dicho, predispuesto a la alegría. Mis pacientes necesitaban tanto de esto como lo que yo pudiera hacer por ellos.
-¿Qué sucede- quise saber al ver que ella no hablaba
-Han traído a un niño- Fue lo primero que dijo – Lo encontró anoche la policía municipal vagando por la calle, solo y perdido.
-¿Y que ha dicho?
-Nada. No habla.
-¿Es mudo, tiene un shock...?
-Será mejor que lo veas tu mismo.

Nandra no solía impresionarse ni afectarse casi por nada. No es que tuviera el corazón duro o llevara tantos años tratando con personas enfermas de la cabeza que ya se hubiera insensibilizado. Para ella loo importante era ser fuerte, ya que, solo así, lo sabía, estaría en disposición de dar lo mejor de sí misma a los demás. Yo la había visto llorar por alguien, afectada o impresionada, pero al siguiente paciente lo trataba con la misma dinámica e intensidad, el mismo cariño y determinación. Si ella inundara su rostro con aquélla máscara de gravedad, significaba que nuestro niño perdido era singular.
¿Hasta que punto?
Lo supe hasta que atravesó la puerta de mi despacho...

diciembre 17, 2002

Es martes, y en la televisión un mago con cachucha y jeans enajena a mi gente, los saca de una realidad escapista (que paradojico). Afortunadamente yo no soy asi, no mas, desde que descubri la música y la reflexion en ella, hoy me siento felíz y se lo debo, no pense que reconfortara tanto (y costara tanto). Estoy convencido, me dedicaré a ella (nomas no le digan a mis padres por que se vuelven locos...), estoy dispuesto a luchar por ella. Estoy emocionado, creo qeu asi suele ser cuando se hacen las cosas por pasion. bueno me retiro, hay muchas notas que tocar en este mundo, y demasiado poco tiempo para hacerlo...

diciembre 15, 2002

(Cartas de un tonto a otra tonta, fragmento)

...... Bueno, en estos dias no te escribi, de antemano te pido disculpas por mi grave falta, pero uno no es perfecto y tambien tiene chance de eqivocarse no?.
Bien niña de la trompa tierna, aqui estoy de nuevo, fielmente clavado detras del escritorio de mi computadora, estos días no me han pasado cosas interesantes, salvo volver a verte en el lugar que acostumbramos todos los días, lo cual dejame decirte es muy agradable.
Quiero advertirte para que estés enterada por si no lo sabes, que ultimamente me he hecho un poco mas resistente a la amargura provocada por la falta de mi ración correspondiente a la dosis de niña morena con azucar (o niña de azucar morena, como gustes). Y esto me tiene realmente desconcertao, por que figúrate que a mi me empalaga lo dulce (por si no lo habías notado) es por eso que cuando tengo la oportunidad de que ese pequeño bodoque caiga en mis garras, no puedo evitar la tentación de recorrer tu delgada cubierta de chocolate blando con mis labios sedientos de cariño. Bueno, mi maestro de musica me dice que no debo comer chocolate por que si no, no podré cantar bien, pero si diario me pone una figura dulzona de este tipo ¿¿Cómo quiere que no se me antoje!?? Asi es pues mi niña que si hay alguien culpable de que cante como clavillazo eres tu :P ¿quien te manda a ser como eres verdad?.....

SOLO UN COMETA
-¡Sopla, sopla fuerte! –
Cada vez con mayor fuerza le gritaba el niño al infinito con la esperanza de que le hiciera caso.
Carlos solo tenía una afición, solo se dedicaba a una cosa: Volar cometas, siempre quedaba fascinado con el juguetear de ellos. Cómo el viento los acariciaba y los hacía dar maromas en el aire; las tiernas piruetas que realizaba el cometa, marcaban un compás tan armonioso que producían música, solo con moverse.
-... Y aunque el viento sople fuerte y trate de tirarme, yo de esta cuerda floja no he de caer. Podré tener miedo cuando miro el suelo, podré temblar de horror cuando volteo a ver el cielo. Pero por mas que me tambalee, jamás caeré. No lograrán tirarme. Me han de tirar piedras, me han de gritar cosas, me han de impartir terror. Pero yo sé que jamás caeré. Lo juro que no.... –
Entonces la cuerda se rompió y Carlos se fue haciendo maromas junto con los sonidos magistrales del viento.

The Fool of the Hill...



Y un a mujer dijo:
Háblanos del dolor. Y él contestó:
Vuestro dolor es la fractura de la concha que contiene a vuesro entendimiento.
Y así como la dura cubierta del fruto debe romperse, para que su corazón salga a la luz del sol, asi también debéis conocer el dolor.
Y si pudiérais conservar vuestro corazón maravillado ante los milagros diarios de vuestra vida, vuestro dolor no os parecería menos maravilloso que vuestra alegría; y aceptariais las estaciones de vuestro corazón, tal como siempre habeis acepatdo las estaciones que pasan sobre vuestros campos.
Y observariais con serenidad los inviernos de vuestras pesadumbres.
Gran parte de vuestro dolor se elige a sí mismo.
Es la poción amarga con la que el médico que llevamos dentro cura a vuestro ego enfermo.
Por lo tanto confiad en el médico y bebed el remedio que os ofrece, en silencio y tranquilamente:
Por que la mano de tal médico aunque pesada y ruda, la guia otra mano mas tiernaque es la del Invisible, aunque queme vuestros labios, se ha modelado con la arcilla que el Alfarero ha humedecido con sus propias manos, sagradas lágrimas.
"EL PROFETA" (fragmento) de Khalil Jibran

diciembre 12, 2002

Hoy es 12 de diciembre, en mi país se festeja el dia de la Virgen de Guadalupe, y hacen fiesta. Las familias se juntant por lo regular, hacen una comida, y se ponen a pasarse un buen rato, unidos en una espiritualidad encuentran soluciones a sus diferencias. Casi como navidad pero con mayor valor ya que no es algo tan comercial. Me da gusto ir pasando por la calle y ver en las casas a la gente cenando juntos, los niños corriendo y carcajadas saliendo de cada uno de los hogares. Ver las capillas y las iglesias con gente reunida sin malicia ni malas intenciones.
Hace algunas semanas en la escuela, me proponía tomar una siesta en una banca bajo un árbol, me acosté y cerré los ojos. A escasos metros estaban dos alumnos y una maestra discutiendo acerca de la virgen de Guadalupe. Y me di cuenta de qué fácil es para la gente destruir una cultura en pocos minutos, despedazarla, quize creer que no estaban concientes de lo que decían. Ellos dicutian acerca de cuán falsa era nuestra cultura, que la pintura de la virgen era solo para civilizar indios, que la gente que sigue esto es tonta e inculta y otras cosas mas que no viene al caso repetir. Creo que ellos no valoran lo que expliqué al principio. No soy una persona cerrada, y estoy conciente de la procedencia de la cultura de mi país, sé también que el choque cultural de los Eurpoeos con los nativos americanos fue enorme y toda la sangre que se derramó y los métodos que utilizaron para unir a una raza pisoteada. Sé también las lagunas que hay en la Iglesia católica asi como sus dogmas. Sin embargo algo que no se dieron cuenta estas personas es de los efectos de esta "mentira". Gracias a este fenómeno (de la virgen de Guadalupe) hay una subcultura de gente procedente de america latina en E.U y que sigue unida a pesar de la discriminación y las injusticias, México se ha resistido a la invasión de una cultura norteamericana cada vez mas fuerte gracias a esta virgen (aunque esto esté disminuyendo), en los hogares de nuestras familias por mas pobres o ricos hay al menos una imagen de esta mujer, es un símbolo no solo de un pueblo sino de todo un movimiento cultural, de una creencia, de una realidad.
Si es una mentira o no, eso no es lo importante. Lo importante son los efectos que esto genere. ¿Después de todo quien tiene la certeza de la veracidad de los eventos históricos? Todo depende del punto de vista de las personas. Tampoco puedo negar el fanatismo que se llega a tener, la fé mal encauzada o la inconciencia en la practica religiosa, pero esto tiene que ver mas con un aspecto social que con la espiritualidad.
Realmente el hecho que me molestó es el afan por destruir. Una cosa es revelar, sacar del oscurantismo. La otra es deshacer. Hay que tener cuidado con criticar, yo mismo me he equivocado al respecto, por eso es por lo que lo digo.
Espero no haber sido malentendido. Por lo pronto me retiro, es hora de cenar un rico pollo :P
Ojalá hayan pasado todos un buen día.
Ahi me dicen ustedes que opinan sale? ahí nos vemos.


"Verte me da melancolía, pero no es una melancolía deliciosa que uno pueda disfrutar en las dosis precisas.Mas bien es una melancolía fustrada, atrasada, cortada.Como un recuerdo que te da la espalda.
Cierto es que era tarde, tenía hambre y un sueño atrasado de varios días, y no estabas ahi. Te ví continuamente en mis sueños o en mi realidad (ya ni sé) pero aun no estabas ahi. cierto es que converso contigo, te observo, te toco y te siento, pero aun no estas ahi.
¿Entonces en donde estas? si no estas en mis letras, en mi, si no estas en la musica, en mi, si no estas en las manos, en los ojos de un desesperado, en los textos viejos y arrugados ni en los recuerdos que ya son polvo del pasado.
Entonces creo que estas en mi....
¿Y si estas en mi, por que no nos hemos encontrado?..."
The fool of the hill....

Un poemilla para el tiempo, que suele pelearse con el corazon y reconciliarse con la nostalgia:

Te quiero:

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor, mi complice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho mas que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca es tuya y mia
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldia

si te quiero porque sos
mi amor, mi complice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho mas que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni candida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no esta sola

te quiero en mi paraiso
es decir que en mi pais
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor, mi complice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho mas que dos

MARIO BENEDETTI

diciembre 10, 2002

Este fue el primer cuento escrito por mi, se los pongo a ver si les gusta. Lo escribi hace como 8 meses, fijense que no llevo mucho escribiendo, bueno me refiero a textos mas elaborados, no a las cosas amorfas que hace uno en la escuela o cosas por el estilo. Bueno ustedes chequenlo.

LAS ESTRELLAS VAN A LA ESCUELA
Cuando ves a una estrella titilar. ¿Quién puede contener una sonrisa ante tan maravilloso espectáculo espacial?. Realmente pocas personas lo saben, pero las estrellas no son sólo luces que se encuentran en el cielo para iluminar la noche. No, ese es sólo su pasatiempo. La verdad es que todas las estrellas en el universo acuden a una gran escuela sideral.
Cada una es diferente, cada una tiene su toque especial, por esa razón cada estrella se especializa en una actividad dependiendo de sus aptitudes.
De esta forma, la inmensa academia se divide en secciones: La primera sección, es la de canto, donde acuden las estrellas más tímidas e introvertidas pero que curiosamente son las más brillantes. Aquí aprenden a entonar melodiosas canciones semejantes a los sonidos celestiales de las harpas. La segunda sección es la de actividad física, la mayoría de las estrellas tienen aquí su lugar reservado, ya que las estrellas por naturaleza son excelentes para coordinar movimientos. Aprenden a trabajar en equipo, a hacer formaciones y practicar increíbles coreografías grupales. La tercer sección es muy misteriosa y sólo las estrellas mas extrañas y creativas entran ahí, de esta sección se sabe poco, se dice que aprenden acerca de los sentimientos y las sensaciones. Y por último las estrellas más risueñas, juguetonas y divertidas, se encuentran en la cuarta sección. Aquí aprenden a pedir perdón.
Todo el día se la pasan estudiando en esta gran escuela, pero por la noche salen a jugar y a practicar lo aprendido en el día, de alguna rara forma, absolutamente todos estos peculiares astros son muy dedicados en sus actividades, así que no pierden el tiempo si de ensayar se trata.
Cada cien millones de años, una nueva generación de estrellas se gradúa de esta gigantesca academia. Y unas horas antes de la graduación, para celebrarlo, todos los alumnos se reúnen para realizar el más increíble espectáculo jamás visto; un infinito concierto sinfónico de luces y movimiento. Un performance estelar de calidad mística, en donde toda la galaxia se detiene solamente para contemplar tan maravilloso acontecimiento.
Al comenzar la graduación, la directora, la resplandeciente luna de cristal, usa su cuerno de cuarto menguante, y corta uno a uno todos los hilos mágicos de los cuales las estrellas están colgadas del oscuro manto de la noche. Ese es su premio, el liberarse y comenzar a caer lentamente hacia el mundo que tanto las admira.
Así, caen dependiendo de su especialidad en distintas partes de nuestro mundo: Las estrellas pertenecientes a la primera sección caen al mar, y en el momento en el que sus pequeños y frágiles cuerpos tocan el agua, se convierten en las más hermosas sirenas inimaginables. Por esa razón, las sirenas son tímidas e introvertidas. Ellas a modo de agradecimiento, le cantan sus celestiales canciones de nuevo, a su antigua directora de cristal.
Las estrellas de la sección física son mas desesperadas, y cuando van cayendo aceleradamente, se aferran a las nubes, se transforman en aves de colorido plumaje brillante. En ese mismo instante aprenden a volar muy alto en el cielo y vuelven a juntarse en grupos para realizar sus antiguas formaciones, mientras emigran al lugar de su predilección.
Las estrellas pertenecientes a la tercera sección, caen en unas personas extrañas a las que les llaman artistas. De modo que cada canción, cada poema, cada pintura, es mas cada obra artística es ocasionada por estas estrellas, por esa razón cuando disfrutamos cualquier obra de arte, es como si abandonáramos este mundo y nos transportaran a una preciosa galaxia infinitamente lejana.
Por último pero no con menor importancia, están las estrellas de la cuarta sección. Estas singulares estrellas caen sobre cada uno de los niños habitantes en este planeta. Esa es la verdadera razón por la cual los niños son tan juguetones y risueños. Si se fijan bien y son buenos observadores, cuando un niño hace una travesura y te pide perdón por ella, aún podrás notar en sus ojos el brillo de las estrellas...

The fool on the hill....




Comenzaré este blog con un cuento de uno de mis autores favoritos, que lo descubrí gracias a mi maestro Ibis, gracias compadre por enseñarme que hay muchas puertas alrededor nomas falta que uno las pase. Ahi les va...

EL LOCO

Fue en el jardín de un manicomio que conocí a un jóven de rostro pálido y hermoso, y lleno de encanto.
Y sentándome a su lado sobre el banco le pregunté: "¿Por qué estás aquí?"
Me miró asombrado y respondió: "Es una pregunta inadecuada, pero sin embargo la contestaré: mi padre quiso hacer de mi una reproducción de sí mismo; también mi Tío. Mi madre quería que fuera la imagen de su ilustre padre. Mi hermana indicaba a su esposo navegante como el ejemplo perfecto a seguir. Mi hermano pensaba que debía ser como él, un excelente atleta."
"Y aún mis profesores, como el de filosofía, el de música, el de lógica, también fueron terminantes, cada uno quiso que fuera el reflejo de sus propios rostros en el espejo."
"Pero vine a este lugar. Lo encontré mas sano. Al menos soy yo mismo"
Entonces se volvió hacia mi y preguntó "¿Dime, te trajeron a este lugar la educación y el buen consejo?"
Respondí: "No, soy un visitante"
Y él añadió: "Oh, tú eres uno de esos que vive en el manicomio del otro lado de la pared"
Gibran Khalil Gibran

(si gustan que ponga mas cuentos de él, encantado nomas digan)

diciembre 09, 2002

Bueno, comencé este blog por consejo de un buen amigo, tengo que disciplinarme a escribir mas, tanto que me gusta y apasiona y no lo hago.... ¿Qué extraño no? Pero en estos tiempos suele pasar. Espero les guste mi blog, pondré algunos cuentos, historias que me agradan y de vez en cuando pondré algo asi como diario (bitacora se oye menos femenino) se llamará "bitácora del tonto de la colina" (nombre porvisional) bueno, por lo pronto es todo ahi nos vidrios.

Bienvenidos todos aquéllos investigadores de palabras y también aquéllos que se han perdido en los sueños. Este es un cuadro con una gama infinita de colores, un rincón donde todos aquéllos matices del alma se ven plasmados. Soy un jóven nacido entre la nostalgia y la modernidad en una ciudad olvidada, con ánimos por elevar la voz y decir lo que piensa. Les pido que sean tan amables de quedarse y decir sus opiniones